jueves, 12 de septiembre de 2013

Incendios - Reseña


Las comedias y dramas griegos estaban a disposición del pueblo para transmitirle valores universales. Hoy en día el cine también desempeña esta labor, aunque muchas películas suelen dejar el desaire de haber malgastado el tiempo del espectador. Sin embargo existen otras como “Incendios” (2010), que cumplen el propósito que buscaban los griegos, y recuerda cuál es el verdadero sentido de contar historias. Y tampoco es de extrañar que el drama de “Incendios” –dirigida por Denis Villeneuve- se base en una obra teatral hecha por el dramaturgo Wajdi Mouawad, un libanés-canadiense que se graduó de la Escuela Nacional de Teatro de Canadá.

“Incendios” nos muestra una familia que parece estar destinada a sufrir por las consecuencias del conflicto armado en Líbano entre cristianos y musulmanes. Pese a que los personajes en algún momento llegan a estar envueltos en el conflicto e incluso llegan a tomar un bando, lo que los mueve desde el principio es el amor y no sus ideologías religiosas o políticas.

El amor para encontrar a su propio hijo en las situaciones más adversas, es lo que mueve a Nawal, la protagonista. El profundo deseo de tener renombre para que su madre pueda verlo, es la motivación de Nahid, hijo de Nawal. Y la necesidad de conocer el pasado de su madre para poder entenderla mejor, es la razón por la que Jeanne y Simon salen de su cómoda realidad para ir a la tierra en dónde se originaron los sufrimientos del pasado familiar.

De esto se puede deducir que la motivación interna de todos los personajes es conseguir la unión familiar. Todos lo hacen con métodos diferentes: la venganza para hallar sanación; la resignación de haber fallado y la búsqueda del aislamiento; la obligación de un compromiso sagrado; y finalmente, la búsqueda del perdón. Éste último es el que la película muestra como el método apropiado, el único que permite que “se rompan todos los hilos de cólera” y que se alcancé la preciada reconciliación familiar.

1 comentario:

  1. Excelente JAVI, cada vez tus comentarios son mas contextualizados. Te felicito hijo.

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