domingo, 31 de marzo de 2013

Análisis de Historia de un Crimen



El origen de los recuerdos cinematográficos:


En las primeras décadas del cine, al igual que hoy en día, existieron diversos personajes (inventores, directores, guionistas, ilusionistas, etc.) que hicieron legendarias contribuciones al medio cinematográfico como elemento artístico y comunicativo. Algunos, como George Méliès, hicieron aportes significativos al cine en cuanto la construcción de escenografías y vestuarios artísticos, entre otros. También hubieron unos como George Albert Smith, que introdujeron la utilización de distintos tipos de planos para mejorar o hacer más entretenida la narración de historias.

Ferdinand Zecca (1864 - 1.947)
Sin embargo, uno de los aportes que más enriqueció al cine como elemento narrativo en su etapa de transformación a lenguaje universal, fue la introducción de lo que hoy conocemos como “Flashback”, o, “lo que sucedió antes”. Éste instrumento narrativo no sólo incrementó las posibilidades para crear historias mejor contadas o explorar emociones que involucraran los recuerdos y sueños; sino que también contribuyó a crear historias que influyeran en la mente del espectador a través de movimientos espacio-­‐temporales de la narración.

Éste gran aporte se lo debemos al cineasta parisino Ferdinand Zecca, quien nació en 1.864 y en 1.901, a sus 37 años, dirigió el cortometraje ‘Histoire d'un crime’ (Historia de un crimen), en el que usó un flashback para contar paralelamente dos historias; el pasado y presente del personaje, generando más dramatismo en la escena. Además el cortometraje es considerado como el precursor del cine policiaco o criminal.

Zecca fue contemporáneo de Mèliés, pero la diferencia entre estos dos cineastas es, por mucho, abismal. Zecca se preocupaba más por crear una narración realista y dramática, se empeñaba en buscar nuevas herramientas para la creación de narraciones recursivas y entretenidas. Además, en muchos de sus filmes no se limitó a realizar planos generales con puestas en escena basadas en la creación de un escenario artísticamente llamativo; más bien exploró en el cine la utilización de diversos planos, como el tres cuartos, y en algunos casos el detalle.

En ‘‘Historia de un crimen’’, Zecca logró algo en lo que varios cineastas de su época habían fallado. Una narración paralela entre hechos ocurridos en el pasado y presente narrativo del film, sin crear confusiones de ninguna clase en el espectador. Esto lo hizo a través de un supuesto sueño que tenía un criminal en un calabozo tiempo antes de ser llevado a la guillotina.

Es por medio del montaje que Zecca fue más allá de lo que se esperaba en la época; no intentó hacer un desenlace sorpresivo ni efectos especiales llamativos. Pero logró algo mucho mejor: crear un vínculo de empatía en la audiencia. Al ver los sueños del criminal en los que recuerda sucesos vida previos al robo, la audiencia podía al menos conocer el pasado del personaje y de esta forma simpatizar con él. Conociendo el por qué de sus acciones; más allá de una superficial visión de su mala conducta.

Para mostrar los sueños del criminal, Zecca creó una especie de claraboya sobre el muro del calabozo, como un escenario giratorio de teatro.

Desde el inicio del cortometraje, el espectador es consciente de cual será al final de la historia, pues lo primero que se muestra es un cartel con el título de la obra en tres idiomas (francés, alemán e inglés), y en la parte inferior se ve a una multitud de personas presenciando una ejecución; a unos guardias; a un monje levantando una cruz; y a un hombre recostado en la guillotina. Desde aquí, ya hay un golpe dramático, pues el espectador sabe que habrá una muerte, pero no sabe cómo ni el porqué.

La fotografía, entonces, no pretende ser muy llamativa. Todo el cortometraje es tiene apenas catorce planos y ocho escenas. Sin embargo el potencial dramático está en la frialdad de como es contada la historia. Además, Zecca sólo empezó a experimentar otro tipo de planos (3/4 y detalle) hasta finales de la primera década del siglo XX.


Toda la historia se desarrolla en interiores (oficina del banco, restaurante, morgue, celda, mazmorras) menos el final, que es donde se realiza la ejecución del criminal. La forma como se muestran estos lugares es muy interesante. En las dos primeras escenas, vemos, primero la oficina donde se comete el robo, en la que, probablemente para simular una hora de la madrugada, las iluminación es totalmente tenue. En la segunda escena, tras haber realizado el robo, el individuo se va a un restaurante donde la iluminación está casi sobre expuesta, el decorado es bello y llamativo, aparentando ser un lugar frecuentado por burgueses.

Pero a partir de ahí, tras la captura del personaje, el director se enfoca en mostrar lo más frío y horrible de los siguientes escenarios. Las mazmorras, la morgue, la celda y el lugar donde es ejecutado el personaje, son lugares sombríos y oscuros. Temidos por cualquier ciudadano promedio, pero supuestamente merecidos por un criminal insignificante. Es por ello que considero que la escenografía también lleva a cabo un papel clave: el de infundir miedo al subconsciente. Y de ésta escenografía, junto con la narración construida, posiblemente haya empezado a desarrollarse el subgénero que hoy conocemos como cine policiaco.

Zecca no dejó nada descuidado. Aspectos clave como la actuación y el vestuario también están muy bien cuidados en el cortometraje. Los policías actúan de manera soberbia y prepotente, el ladrón es un pobre diablo -­‐malvado pero arrepentido-­‐, el monje que lo guía a la guillotina lo hace de forma correcta, y los burgueses del restaurante, tanto los hombres como las mujeres, dejan claro cuál es su papel en la escena. Las cordialidades y normas de conducta de los policías con el doctor de la morgue son correctas y llamativas, porque muestran como, a pesar de que los burgueses se trataban bien los unos a los otros, no le dan la más mínima muestra de respeto al criminal, sino que por el contrario lo tratan como a una rata.

El vestuario de los policías, con sus uniformes correspondientes y vestidos de forma impecable también es de resaltar. Además la apariencia siempre descuidada del ladrón es otro aspecto clave para comprender la historia y la personalidad del personaje. Los sombreros de copa alta que llevan puestos los burgueses, y el
doctor, pueden ser un símbolo que se contrasta con la boina del ladrón, para representar las clases sociales.

La banda sonora del cortometraje es hecha de principio a fin en piano. Y su ritmo, o lo que ésta emite, es siempre la sensación de tragedia. No hay una celebración posterior al crimen, ni un nerviosismo previo. Es sólo la narración de una tragedia, de un hecho que todos sabemos que sucederá (la ejecución), pero que a medida que el cortometraje transcurre, lo empezamos a ver de otra forma. Es por ello que la música también fue fundamental para lograr el mensaje e impacto del cortometraje.


Luego de haber conocido las razones por las que el hombre será llevado a la guillotina (robo y asesinato), el espectador promedio podría decir que la sentencia es merecida. Pero es aquí donde viene la crítica social a un verdugo frío y salvaje: la guillotina. Los sueños del criminal permiten que la audiencia cree un vínculo emocional, ya que descubre que éste no es más que una persona común y corriente, que alguna vez tuvo una familia, pero que sus malas compañías y pésimas decisiones lo llevaron a la posición a la que se encuentra. Por lo tanto, puede decirse que la obra más allá de ser una narración policiaca o criminal, es una clara crítica a la pena de muerte.

La historia creada por Zecca en este pequeño cortometraje fue posiblemente la primera influencia que tuvieron muchos frenéticos directores de cine. Hoy en día, directores como Cristopher Nolan hacen uso constante de los juegos en el espacio de la narración para contar historias que no tienen la linealidad convencional. Para no ir muy lejos, un ejemplo de eso es “El Origen” (2010), donde el director llega a crear hasta cuatro espacios narrativos, de los cuales tres son en los sueños de los personajes, y uno es el real. Podría considerarse como una de las películas que mejor han aprovechado la técnica inicialmente creada por Zecca, hace más de cien años. 


El cortometraje completo está en el siguiente enlace de youtube:



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