Una de las cosas que más destacan de la película “El
círculo del amor se rompe” (The broken
circle breakdown), es la forma como la historia se transporta al ritmo de
la música y convierte al sonido en uno de sus principales fuertes para impulsar
la acción dramática. Además de tratar un tema universal como el amor y el
hogar, logra impactar hasta llegar a las entrañas del espectador, y pese a su
trágica conclusión, elige no romper el corazón del público sino purificarlo.
Lo primero que se percibe es que la historia no es
contada con el clásico modelo lineal, sino que se nutre de eventos que ocurren
en distintas fases de la narración. La desfragmentación del tiempo es un
recurso que muy pocas veces vemos en el cine, y que pocos directores/guionistas
saben manejar con la suficiente destreza. Es un tipo de estructura que de
entrada desorienta al espectador, liberándolo para apreciar con más
sensibilidad las acciones de los personajes y su valor dramático. En este tipo
de historias las transformaciones de los personajes son muy evidentes, así como
los sucesos y las acciones son decisivas; algo que también es útil para hacerse
una idea del paso del tiempo.
Del mismo modo el trabajo de guión y de montaje deben
ser muy rigurosos. Una escena
innecesaria que no cuaje con las demás y haga caer
el estado emocional, puede ser suficiente para destruir cualquier logro
alcanzado. Sin embargo en “El círculo del amor se rompe” esto no sucede en
ningún momento. De hecho la película se entiende perfectamente desde la primer
vez que se aprecia. Incluso queda espacio para subtemas como el debate de la
religión impidiendo los avances de la ciencia e influyendo negativamente en la
política.
El primer elemento narrativo que se encuentra desde el
inicio es el género dramático y musical que hace fluir la película al ritmo del
Country norteamericano, pese a que los eventos se desarrollan en Bélgica.
También se tomaron recursos narrativos de los clásicos del cine y literatura
estadounidense, como el arquetipo del llanero solitario. Y se utilizan
elementos universales propios de la naturaleza, como el deber del padre de
construir un nido para recibir a sus progenitores. Lo que se puede entender por
esto es que todo lo que ocurre en esta cinta va más allá de las fronteras
territoriales y lingüísticas, ya que las canciones que interpretan los
personajes son en inglés y lo demás en su idioma natal. Esto demuestra que en
el cine no sólo se deben exaltar los valores culturales de la región donde es
realizado, sino que lo más importante es hallar un equilibrio entre el
reconocimiento interno del autor y el lazo que lo une con el resto de seres
humanos.
Sin duda los actores no se quedaron cortos para ponerse
en la piel de personajes que normalmente serían mostrados por medio de
repetitivos clichés. Por esto, y gracias a los demás elementos dramatúrgicos que
se aprecian en pantalla, al final queda el buen sabor de haber disfrutado de un
emotivo viaje.